1. Ante el trono celestial Él intercede hoy por mí gran Sacerdote es Jesús quien por siempre vivirá. Y en sus manos por su amor, mi nombre ya grabado está. Y mientras en el cielo esté, //nadie de Él me apartará.//

2. Cuando he caído en tentación de sentir condenación, al ver al cielo encontraré al Inocente quien murió. Y por su muerte el Salvador, ya mi pecado perdonó. Pues Dios el Justo aceptó //su sacrificio hecho por mí.//

3. He aquí el Cordero Redentor quien al morir resucitó el inmutable gran Yo Soy, el Rey de gloria y majestad. //Unido a Él no moriré pues con su sangre me compró, mi vida escondida está, en Cristo Dios mi Salvador, en Cristo Dios mi Salvador.//

Autor: Charitie Lees Bancroft (1841-1923)