1. Azotado y afligido, yace muerto en una cruz. Por el hombre rechazado, Es el Cristo, sí es Él. El esperado Profeta, de David hijo y Señor. Por su Hijo Dios ha hablado, Es el fiel Verbo de Dios.

2. Digan los que así lo observan ¿Quién sufrió castigo igual? Sus amigos lo abandonan, Y enemigos le hacen mal. Muchas manos le hirieron, nadie le intento salvar. Pero el golpe más profundo, Dios en Su Justicia dio.

3. El que toma a la ligera el pecado y la maldad, debe ver Su sacrificio y entender la gravedad. Mira al hombre inmolado y al que lleva carga tal. Del Señor Él es Ungido, Hijo de hombre, hijo de Dios.

4. Él es fundamento firme, y refugio al pecador. De la Salvación la Roca, Solo en Él me he de gloriar. //¡El Cordero inmolado, por su muerte hay perdón! Y jamás es confundido Corazón que en Él confió.//

Autor: Thomas Kelly (1769 - 1855)