Visiones del cielo y del infierno

John Bunyan

Con motivo de que no olvidemos, ni dudemos de la realidad de las cosas eternas, se nos presenta esta obra; para que veamos no por fe solamente sino también por vista. Aquí se nos muestran las glorias celestiales, las cuales jamás han sido vistas por ojo humano. Comparada a esta gloria, la luz del sol es oscuridad; y el brillo de las más preciosas joyas son como coral muerto. Por ello se llama el trono de la gloria de Dios, donde el resplandor de la divina Majestad se revela de manera más ilustre.

Así también se nos guiará de regreso a la tierra, pero no sin visitar la región del príncipe de las tinieblas. Allá veremos el castigo del pecado y lo que la justicia divina, tiene preparado como juicio para todos los que se exaltan por encima del trono del Altísimo. El lugar en donde todo sufrimiento aumenta, porque es la extremidad de toda la miseria. La prisión, el calabozo, un foso sin fondo, un lago de azufre, un horno de fuego encendido por la eternidad, oscuridad de oscuridades por siempre, y por último, el infierno mismo. En donde quienes habitan claman: “¡Oh, quién pudiera revertir esta fatal sentencia! ¡Oh, si hubiera tan sólo una pequeña posibilidad de salvación! Esta es la miserable situación en la que estamos y estaremos por siempre”.

Dejemos que este libro sea una advertencia para nosotros mientras aun haya esperanza. Contemplemos al Bendito Hijo de Dios sobre la cruz para ver los terribles efectos del pecado y su verdadera maldad, en donde el Príncipe de Gloria murió para salvar al que de todo corazón le busca.

"Ciertamente —dije yo—, la justicia y la misericordia al final triunfaron y se besaron en esa hora fatal. La justicia de Dios fue plenamente satisfecha en la cruz como castigo justo por el pecado; y la misericordia triunfó y fue llevada a cabo y completada perfectamente en nuestro Señor Jesucristo, para la salvación de los pecadores que creen en Él. ¡Eternas alabanzas sean a su santo Nombre por siempre, porque su gracia me ha capacitado para recibir su salvación y hacerme heredero de su gloria! Pienso en cuántos miserables que están perdidos se lamentan, que cuando la salvación se les ofreció la rechazaron; en ellos, puedo ver que solamente la gracia me ayudó a aceptarlo"

John Bunyan

Visiones del cielo y del infierno